lunes, 30 de marzo de 2009

La construcción del paisaje urbano contemporáneo




¿Existe realmente un paisaje urbano al que podamos llamar contemporáneo? ¿La ciudad es para nosotros, seres urbanos, un legado del que ya nada puede esperarse? ¿La arquitectura, y una nueva forma de hacer que se gesta en pos de las nuevas corrientes, será la última responsable de los cambios que acontecen o acontecerán en la ciudad que nos toca? ¿O son las crisis mundiales, los flujos de capitales y los interesen que mueven al mundo los verdaderos artífices de la imagen de la ciudad del siglo 21?

Intervenir en áreas a las que podríamos catalogar como olvidadas por la ciudad con un gran potencial a futuro, el casco histórico en el año anterior y un sector muy característico de la Boca, en este año que comienza, de principio a fin, desde lo urbano y el espacio público hasta la vivienda y el equipamiento; colocan al alumno de arquitectura dos y al taller en el rol de pensadores de las ciudades que los arquitectos debemos adoptar y en la discusión que la sociedad necesita.

Los lenguajes formales, antes accesibles a la mayoría de los arquitectos, han cambiado o se encuentran en pleno cambio. La arquitectura se ha vuelto aún más compleja; seria difícil y arduo intentar esbozar un porque de esta actualidad arquitectónica a nivel internacional pero mucho tiene que ver en esto, el tan mentado efecto Guggenheim o según palabras de Piñón: “…esas fantasías biomorficas, vagamente ingenieriles, que intentan adornar el perfil de las ciudades que quieren empezar el siglo con buen pie. ....” (1).Lo raro vende en un mundo donde el turismo salva ciudades y mueve intereses colosales. Y las facultades de arquitecturas cegadas por los brillos en boga van detrás…, dice Koolhaas: “…El poder de la arquitectura se ha sobrevalorado. Las escuelas casi se guían por una especia de inconsciente colectivo, o subconsciente; en ciertos períodos, ciertos temas salen a la luz mientras que otros pasan desapercibidos y, más tarde, las cosas que se ignoraban cobran importancia sustituyendo a las que ya estaban allí, y así sucesivamente..”;”… En cierto modo es inevitable formar parte de una cultura general, con toda la sofisticación y ceguera que eso conlleva…” (2).
Para que el papel de las escuelas de arquitectura en el campo del pensamiento sea nuevamente tomado en serio por la sociedad debemos encarar todo problema bajo una mirada holística pero al mismo tiempo plagada de identidad.

IMAGEN: El mundo como una piscina cubierta en Tokio (3), con olas artificiales y repleta de gente flotando. La ola eleva al primer nipón y es modificado por ésta, nosotros podemos ser el último de ellos pero seremos igual de afectados- es inevitable- por más alto que se salte, que se estire el cuello; No importan el tipo de flotador, nuestra dimensión o habilidad para el nado, seremos igualmente tocados, tal y como el primero de ellos, igual que el primero, o mejor, similar al primero pero re versionado. ¿Responderemos con mínimas, sutiles e imperceptibles variaciones, o con grandes y ricas diferencias?

Este es el desafío planteado para el año 2009 por el taller de arquitectura dos.






Notas.

(1) Helio Piñon, “La forma y la mirada” [ed. Nobuko, Buenos Aires, 2005]
(2) Rem Koolhaas “Conversaciones con estudiantes” [GG, Barcelona, 2002]
(3) Ver [http://www.youtube.com/watch?v=inA-36YRV0Y]